Es increíble que me cueste tanto, sabiendo que nunca tuve problema para escribir ni para vaciarme entera para ti. Supongo que es porque nunca me había visto en esta situación; hemos ido de la mano por la vida desde siempre y ahora, por primera vez, tenemos que separarnos.
Aún me cuesta hacerme a la idea de que ya no vendrás a saludarme todas las mañanas, la primera sonrisa del día y la que me hacía despertar. Aún me cuesta creer que pases de vivir a tres minutos de mí a vivir a tres horas... Aún me cuesta pensar que ya no voy a poder ir de un salto a tu casa cuando esté aburrida, cuando esté agobiada, cuando tenga el pelo hecho un asco o cuando me hayan roto el corazón.
Puede que la rutina de visitas, bailes, risas, confidencias, galletas (o lo que se pillara) vaya a cambiar, pero lo que sé que no va a cambiar nunca es que formas parte de mi vida desde que tengo uso de razón. Te diría la verdad, te diría que no quiero que te marches, pero estoy tan segura de que vas a seguir conmigo que sólo puedo decirte: no tardes mucho en volver, o decirme a mí misma: no tardes mucho en ir con ella.
Dicen que cuando queremos algo todo el universo conspira para que lo logremos... Este año se han cumplido muchos sueños para todos (que te lo digan a ti, chica con suerte) y ahora es el momento de empezar algo nuevo, de romper con el pasado cogiendo solo las partes que nos sirvan para construir un mejor futuro. Tú eres unade esas partes, espero no dejar de ser nunca una de las tuyas.
Te quiero Puri
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